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lunes, 21 de mayo de 2007

La felicidad de mirar al cielo



Ramo de almendro en flor, 1890
VICENT VAN GOGH (1853-1890)

Un impulso hacia el azul infinito. Flores de almendro se alzan hacia el cielo. Únicamente eso: el blanco de los pétalos y el azul del cielo, como una encarnación de la felicidad, fuerte y frágil a la vez, como es la vida. Buscando un camino rápido magnífico, agotado por el caos interior y por su lucha contra la enfermedad psíquica, Van Gogh se concentra en lo esencial: el impulso de la vida hacia la transcendencia y hacia los cielos. Pintó este cuadro con la vista levantada hacia el cielo, sin fijarse en nada más. Ignorando cualquier paisaje o información complementaria, como el tronco del árbol para concentrarse únicamente en estos extremos: las flores y el cielo, el azul y el blanco, lo perecedero y lo eterno, lo terrenal y lo celestial. Dejando de lado sus sufrimientos para transmitirnos su sentimientos de felicidad frente a las flores del almendro.

El cuadro de Van Gogh hubiese podido titularse "Nacimiento de la felicidad" ya que todo está ahí, como una manifestación pura de la felicidad humana: La fragilidad y la fuerza, el arraigo y el impulso hacia lo trascendente. Esta felicidad naciente es la más importante, pero también la más vulnerable: No hay nada más fácil que pisotearla o desatenderla. Este cuadro nos abre los ojos hacia su belleza, a su fragilidad.

"LA FELICIDAD ABSOLUTA SURGE EN
INFINIDAD DE INSTANTES DE GRACIA.
DETENERSE, CALLARSE, MIRAR,
ESCUCHAR, RESPIRAR, ADMIRAR."
Christophe André

22 comentarios:

Sat Nam dijo...

Si la felicidad se basa en las pequeñas cosas, ¿por qué nos costará tanto conseguirla?

Carlos Paredes Leví dijo...

Hasta individuos de exaltada sensibilidad neurótica, como el bueno de Vincent se ven asaltados, ocasionalmente, con ganas violentas de ser feliz.
un saludo.

Anónimo dijo...

Sibyla gracias, hoy, mejor que otro, es un buen día para mirar al cielo.
A veces saber lo mismo que ayer te hizo feliz, hoy te pone triste.

V.V.G. miró al cielo con los ojos limpios, llenos de esperanza en medio de su locura.

Si me permites un consejo, antes de mirar al cielo, limpiémonos las gafas para no ver nubes donde sólo hay sol.
Recordemos, que, como cada día, lo mejor está por llegar.
Besos.

Anónimo dijo...

No creo en la felicidad absoluta, es surrealista. El cuadro y el artista geniales, tus palabras también.
Besos

Anónimo dijo...

Cuando tenemos la libertad de mirar al cielo sin preocupaciones.......eso deberia de embargarnos de felicidad........no se si os pasa pero......muchas veces cuando agobiado por situaciones que parece que no se van a resolver.........cuando por fin finalizan .......ahhhhh que alivio.....esa es la felicidad de las pequeñas cosas.

Por cierto.....espero que no te moleste pero e decidido utilizar tu nombre para darselo a una sabia reina de mi novela..........una vez mas gracias por tus palabras.

La estatua del jardín botánico dijo...

Coincido contigo, la felicidad es frágil. Pero en esa su fragilidad tiende hacia algo más fuerte, clavado en la roca de un tiempo que no desgasta. Y eso convierte la felicidad en algo sublime, repleto de valentía. Creo que para ser feliz y no darle la espalda a esos pequeños momentos de los que se compone hay que ser valiente.

Isabel Burriel dijo...

La felicidad... Van Gogh pintaba tan bien que más de uno se habría sentido eternamente feliz por es don y sin embargo...
No la felicidad es un camino y no siempre muy derecho pero hay que querer recorrerlo.
Me ha encantado.
Por cierto, tuve un comentario hace tiempo del creador de tu página. No le di las gracias, si te acuerdas...

Anónimo dijo...

La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado...
La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días.
Abrazos.

Sibyla dijo...

Hola Sat Nam!!:

La felicidad completa y absoluta no existe, sabemos que es una “utopía”. Pero si nos lo proponemos, podemos vivir pequeños retazos de felicidad disfrutando de las pequeñas cosas que nos rodean. La primavera, una nueva excusa para conseguirla.

Besos.

Sibyla dijo...

Hola Tujes!!:

El artista, aún dentro de su locura, supo ver y transmitir la belleza, porque: “La belleza está en los ojos de los que la ven”.

Un saludo.

Sibyla dijo...

Hola Orce!!:

Un pequeño ápice de felicidad fue encontrar tu comentario. Y mientras lo mejor está por llegar, disfrutemos de esos nuevos brotes de savia nueva, hermosas flores que renacen un año más en primavera, para recordarnos que el ciclo de la vida continúa nutriéndose de esperanza.

Un abrazo.

Sibyla dijo...

Hola Estatua!!:

La felicidad, como bien dices, algo sublime ¿Qué es? ¿Un estado de ánimo?, ¿Una aptitud ante la vida?. Algo que no es tangible, tan delicado y escurridizo como un tierno gorrioncillo o una etérea mariposa.

Un beso.

Sibyla dijo...

Hola Sourín!!:
Gracias por tus fieles comentarios. Es cierto que cuando las relaciones se resuelven favorablemente, el alivio que sentimos podemos traducirlo como felicidad momentánea. Es un honor que utilices mi nombre para esa heroína de tu novela. ¡Que seas feliz!

Sibyla dijo...

Hola Calma!!:

Creer en la felicidad absoluta sería un error. De ahí la importancia de saber disfrutar de los pequeños fragmentos de felicidad que la vida nos ofrece.

Un beso.

Sibyla dijo...

Hola Interrogación!!:

Como bien dices, la felicidad, un camino que debemos esforzarnos por recorrer, nos lo debemos a nosotros mismos. Le he transmitido las gracias de tu parte a mi webmaster.

Besos.

Sibyla dijo...

Hola Itoitz!!:

A veces, los humanos confundimos el “ser” con el “tener” y olvidamos que la felicidad nos e consigue con “tener” cosas materiales, sino con “ser” una persona con valores y aptitudes para saber atrapar la felicidad del pequeño instante.

Un abrazo.

El detective amaestrado dijo...

No hay mas que mirar alrededor para descubrir la belleza. Con otros ojos, claro...

MSD dijo...

Te cuento que en estos días los cielos por estos sitios están particularmente bellos y en especial después de cada aguacero torrencial que nos está cayendo. Todos los días miro arriba y si, cierto, me llena de alegría.

ClarOscuro dijo...

Me has hecho recordar cuando estuve en Amsterdam en el museo de Van Gogh, disfruté como una enana... fue uno de esos momentos felices en los que una disfruta con la pintura, curiosamente de alguien que llevó una vida triste y sumida en la pobreza... lo cual a veces, no le impedía mirar al cielo.

Siempre he pensado que la felicidad sólo se compone de pequeños momentos...

Besos.

Sibyla dijo...

Hola Detective!!:

Como bien dices, la belleza está en los ojos de quien la sabe descubrir.

Un saludo.

Sibyla dijo...

Hola Michel!!:

El cielo siempre nos deja tonos distintos de colores pasando desde el azul más limpio al gris más torrencial.

Saludos

Sibyla dijo...

Hola Chica Simple!!:

¡Qué afortunada eres por haber visto al natural cuadros del genial pintor. Tendré que pensar en la posibilidad de visitar Ámsterdam, aunque sólo sea para visitar el museo.
Besos.