Antonio López: "El arte es la expresión del misterio del mundo" I Parte
Me llamo Antonio López y nací en Tomelloso (Ciudad Real) hace 72 años. Aunque nací dentro de una familia de agricultores, soy pintor gracias a mi tío. De vez en cuando necesito ver a Velázquez. El arte no se explica, tan sólo basta un espectador con sensibilidad. La vulgaridad me parece deplorable.
Llevo pintando desde los 13 años, ahora trabajo con mucha ilusión y siento con más profundidad que antes. Es como si en las pocas energías que me quedan se concentrara toda mi capacidad de pasión. La pintura es curiosidad y cultura, y eso no acaba nunca. Noto que trabajo muy bien, con más tranquilidad. Trato de armonizar la presión, para que no me perturbe, y la libertad para no perderla nunca.
El dolor ha dificultado el desarrollo de muchas aventuras en el arte. Creo que no es necesario, pero es inevitable. Se ha dado siempre y, en algunos casos, de una forma extrema. Cuando más individual ha sido el artista, más evidente ha sido su sufrimiento.
El arte es una aventura muy complicada, pero en mi caso ha acabado bien. Tal vez podía haber sido más fácil y llegado antes a ciertos espacios, aunque dadas las circunstancias en que me formé y la escasez de conocimientos… Me gusta cómo ha quedado todo en mi vida.
Busco el placer de hacer un cuadro. Me resulta difícil explicar qué busco. Mi pintura es muy poco programática. Vuelco lo que siento y siento una gran necesidad de comunicarme, de compartir y estar con la gente. El arte, como el baile o la palabra, es algo natural y hermoso, que nos ayuda a expresar nuestra experiencia. No creo que sienta más que otras personas, pero tal vez tenga la posibilidad de verter en la pintura mis sentimientos.
El siglo XX ha aportado lo más importante, la posibilidad de una obra individual. Es un ejercicio de libertad consciente que antes no existía. En el siglo pasado fueron contemporáneos lenguajes tan distantes como el de Mondrian y Giacometti. Se han incorporado nuevos espacios para adecuarse a lo que el hombre siente en cada momento.
Pienso que en el arte, no hay cabida para el progreso. Es un mundo de sentimientos y ahí no cabe avanzar. El hombre que pintó las Cuevas de Altamira sentía con tanta intensidad, si no más, como Picasso. La abstracción está en Vermeer. La Esfinge de Gizeh tiene una fuerza enigmática superior a un cuadro de De Chirico. El surrealismo lleva instalado miles de años en el arte. En el siglo XX se le dio nombre a todo, pero en el mundo antiguo ya estaban todas las cosas. El arte siempre ha sido la expresión del misterio del mundo. El valor del espacio conquistado es la expresión de los sentimientos profundos, que nunca cambian. Ahí radica la veracidad del arte.
Antonio López (Pintor: Premio Príncipe de Asturias, Académico de Bellas Artes, y premio Velázquez de Artes Plásticas)