Las dos vasijas
En una pequeña aldea de la India, vivía un aguador que tenía sólo dos grandes vasijas para alimentar a su mujer y a sus dos hijas. A diario, el hombre las colgaba en los extremos de un palo que llevava sobre los hombros. Iba el aguador con sus vasijas hasta el río, allí las llenaba de agua fresca para poderla vender en la aldea y así iba subsistiendo.
Una de sus tinajas tenía varias grietas por las que se escapaba el agua, de modo que al final del camino, sólo conservaba la mitad, mientras que la otra era perfecta y mantenía intacto su contenido. Esto sucedía diariamente.
La vasija sin grietas estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía idónea para los fines para los que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba avergonzada de su propia imperfección y de no poder cumplir correctamente su cometido, y cuando pensaba en la pobreza de la familia del aguador, aun se sentía más triste por no poder ayudarlo, a pesar de que en los últimos tiempos éste había mejorado algo sus ingresos, ya que recogía las flores del camino que después también vendía.
Así que al cabo de dos años le dijo al aguador: Estoy avergonzada, y me quiero disculpar contigo, porque debido a mis grietas, sólo obtienes la mitad del valor que deberías recibir por tu trabajo.
El aguador le contestó: Cuando regresemos a casa quiero que te fijes en las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino. Así lo hizo la tinaja y, en efecto, vió muchisimas flores hermosas y de todos los colores a lo largo de la vereda, en su camino de vuelta a la aldea; pero siguió sintiéndose apenada, porque -como siempre- al final sólo guardaba dentro de sí la mitad del agua que el pobre aguador le había metido en el río.
El aguador dijo entonces: -¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen en tu lado del camino?. Quise sacar el lado positivo de tus grietas y sembré semillas de flores. Todos los días las has regado y durante dos años yo he podido recogerlas y venderlas. Si no fueras exactamente como eres, con tu capacidad y tus limitaciones, no hubiera sido posible crear esa belleza.
Todos somo vasijas agrietadas por alguna parte, pero siempre existe la posibilidad de aprovechar las grietas para obtener buenos resultados.
31 comentarios:
me encanta ese cuento.......siempre me hace pensar....que no siempre nuestras imperfecciones pueden obstaculizarnos nuestros intentos de llevar una buena vida y hacer buenas acciones......
muxas gracias por recordarnoslo sibyla..
Sourin
Muy buena moraleja la del cuento, Sibyla. Podemos aprender mucho de lo aparentemente simple.
Besotes. :)
Pues si...unos tenemos más grietas que otros, la verdad...y aprender a verles el lado positivo...eso si que es un arte...Por fin de vuelta Sybila!!!
Magnífico! Toda una lección para la vida. Una vez más has logrado meterme en la historia. Excelente cuento. Un beso.
Muy buena historia, y es que los defectos a veces on virtudes, te lo digo yo que tengo miles de ellos (defectos eh?, jeje)
Salu2
Conocía el cuento y he de decir que es muy bello.
De seguro también conoces un cuento que a mi me encanta.. se titula "el niño y los clavos" o también conocido como "los clavos yel amor".
Saludos
Me dejáste pensando, y eso que ando abúlico....
Gracias y un saludo.
Es un cuento hermoso, y es verdad que es posible encontrar belleza en lo que se podría considerar un defecto. Yo entiendo bien de ésto porque soy "basurilla", no llego al síndrome patológico, pero creo que todo tiene una utilidad, incluso nuestras propias miserias.
Gracias Sibyla, un abrazo.
Eso es ser positivo guapa. Y cuanta razón, a veces deberíamos buscar el lado bueno de las cosas. Bueno, mejor, si lo hacemos siempre.
Un placer venir por aquí guapa.
Gracias por recordar ese cuento... la mitad terminaremos haciéndonos jardineros xD.
Un besazo.
Hay que mirar detrás de la evidencia, ahí es donde está el punto importante de las cosas. Y sobre todo...optimismo!Un besazo, me encanta.
Es un relato precioso. Cuando era un poco más joven no era consciente de mis limitaciones, y cuando empecé a ser consciente de ellas no hacía más que lamentarme. Poco a poco voy aprendiendo que esos límites me hacen ser quien soy y me ayudan a fijar mi horizonte con más perspectiva y realismo. Y supongo que esa es la única manera de avanzar, o simplemente de cambiar.
Que bonito, me encanta leer todo lo que escribes en tu blog.
Sigue, pues nos haces pasar momentos muy agradables.
Un beso,
http://gavina-mariaisabel.blogspot.com/
Perdón, pero al igual que los demás, voy a caer en el alago... me encanta ser vasija, pues por culpa de una de mis grietas; el despiste; me partí la uña índice, me dieron de baja y pude ir a la discoteca que sin saberlo, frecuentaba la que va a ser mi esposa.
Hola Siby!!!!
Gracias por este cuento. a veces nos sentimos tan mal que no vemos que de vez en cuando aun sin darnos cuenta, hacemos cosas buenas.
Gracias otra vez.
Besos
Hola Sourín!!:
Gracias por ser siempre el primero en visitarme y dejarme tu comentario. Me alegra que te haya gustado el cuento.
Un besito.
Hola Mandarina Azul!!:
Las moralejas siempre nos ayudan en la vida a aprender y a tomar buenas decisiones.
Un abrazo.
Hola Lord Hash!!:
Es cierto, el lado positivo es lo que siempre debemos intentar ver en todo momento, aunque a veces las grietas no nos dejen del todo.
Un abrazo.
Hola Fernando!!:
A veces los cuentos nos enseñan realidades de la vida. Me alegra tu visita.
Un abrazo.
Hola Lizgor!!:
Defectos, defectillos y defectazos, jaja, tenemos todos, que se salve el que pueda.
Un abrazo.
Hola Verónica!!:
No conozco el cuento que comentas, titulado "el niño y los clavos", ¿Habría posibilidad de que lo contaras?.
Gracias, un beso.
Hola Carlos!!:
¿Pensanso usted?, es buen ejercicio, siga con él.
Un abrazo.
Hola Isabel!!:
Este tipo de cuentos nos ayudan a ver que a veces nos subestimamos a nosotros mismos, y somos demasiados duros, no viendo que también tenemos virtudes.
Un beso amiga.
Hola Interrogación!!:
Yo también busco el lado bueno de las cosas, por eso no dejo de visitar tu blog.
un beso amiga.
Hola Chica Simple!!:
Me gusta la idea de ser jardineros en el buen sentido de la palabra. Cuidar, y mimar plantas y flores.
Un besote.
Hola Wodehouse!!:
Me gusta que te haya gustado el post. Es un intercambio de sentimientos e ideas. Gracias por tu visita.
Un abrazo.
Hola Estatua!!:
Cuando maduramos, aprendemos a aceptarnos y a querernos. Aprendernos a acariciar nuestras propias grietas.
Un abrazo.
Hola Mariaisabel:!!:
Yo también disfruto con tu blog, tierno y sensible. Gracias amiga por tus palabras.
Un petot
Hola Juan Antonio!!:
¡Qué bueno que por esa grieta conociras a la mujer de tu vida!.
¡Enhorabuena a los dos!
Un abrazo.
Hola Orce!!:
Echaba de menos tu visita, pero por fin, aunque has sido la última, aquí estás.
Cómo bien dices, tienes muchas cosas buenas, y por esas grietas, muchas flores crecieron a tu paso.
¡¡Enhorabuena!!
¡Mil besos!
Hola! Conoces alguna fuente que no sea internet desde donde se obtuvo este cuento? Necesito una referencia escrita, un libro, una antología, algo del estilo. Gracias!
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