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lunes, 12 de febrero de 2007

¿Necesitamos el amor para poder vivir?



“Sin ti, sin tu cariño, son de cartón todas las estrellas”

Hoy quiero hablar sobre el amor romántico, que hace que la vida tenga más sentido y significado. Como indica la frase de encabezamiento, sin cariño no encontramos el mismo brillo en las cosas.


Un antiguo proverbio chino daba una receta para ser feliz:


“Tener alguien a quien amar, algo que hacer, y algo que esperar”


Como veis, tener alguien a quien amar y ser correspondido es una de las maravillas más valiosas que nos puede ocurrir durante nuestra vida, como un regalo caído del cielo. Tan importante es conseguirlo como conservarlo, porque si casarse es fácil, permanecer felizmente casado debería contarse entre una de las más bellas artes.


El matrimonio es la arquitectura de lo diario, donde lo importante es romper la rutina y valorar más las virtudes que los defectos. (Inés de la Fressange)


El escritor Kahlil Gibran, también escribió sobre la pareja:


“El matrimonio es la mejor manera de dar, de dar sin límite ni tregua. No obstante, no olvidemos que los seres humanos siempre estarán separados.

El periodo previo al matrimonio es una época maravillosa en la que nos aproximamos a nuestro ser amado; conversamos, aprendemos qué le hace feliz y descubrimos cómo debemos comportarnos para que esa felicidad no desaparezca.

No permitamos que la convivencia opresiva de mañana, mediodía, tarde y noche destruya ese encanto. Para que el romanticismo inicial sobreviva, es necesario que cada persona reserve parte de su tiempo para sí. Nadie es lo bastante sabio como para tomar decisiones que interfieran en la vida del otro”


También es cierto que “la pareja es una enorme y continua negociación” (Meryl Streep) y que “un matrimonio dichoso es un edificio que debe rehacerse cada día” (André Maurois). Y es que cuando un matrimonio funciona bien no hay nada sobre la tierra que pueda sustituirlo.


Y para finalizar otro comentario sobre el mismo tema de Willard Scout: “Un buen matrimonio es como un increíble fondo de jubilación, se pone en él todo lo que se tiene durante la vida productiva, y con el paso de los años se transforma, de plata en oro y de oro en platino”


Os dejo un cuadro pintado por mí inspirado en Marc Chagall el pintor de las parejas. Me gustaría que dejarais vuestra opinión. ¡Hasta dentro de siete días! Un saludo:


Sibyla

1 comentario:

Laura Cárdenas dijo...

Hola!!!!!!!
quisiera hacer referencia al proverbio chino.
En mis clases de literatura me enseñaron que lo importante es amar, no a quién amamos, ni si esta persona nos ama o no, porque según los expertos "el objeto es lábil y cambiante, pero el amor proyectado es el mismo".
Sybila, no estoy exactamente de acuerdo. Es más, estoy en completo desacuerdo.
Aunque bien es cierto que para enamorarte de una persona no necesariamente ella ha de enamorarse de ti, el hecho de no ser correspondido condena al nuevo sentimiento a muerte, pero eso sí, como sea algo bien fundado, a una muerte lenta y agónica, porque no hay nada peor para un sentimiento que no poder crecer.
Sin ser correspondidos, no se puede crear la rutina, ni el intercambio, ni nada que se le parezca, y el amor sólo se queda en uno, y si crece y no se comparte, te invade. Cuando esto ocurre físicamente (un crecimiento desmedido de un órgano interno), lo llamamos cáncer.
Cuando no te quieren te sientes absolutamente despistado:
Qué voy a hacer sin su amor, (o lo que es peor), qué voy a hacer con mi amor???? (Es una canción)
Está muy feo llamar cáncer al amor, pero más feo es todo lo que duele cuando no se comparte.
Me hacía mucha falta esta reflexión.
Besos.
Orce, la atlante, aunque ya no sirvan las máscaras.