
Me eduqué en la España de Franco, pero yo fui un niño feliz a pesar de todo, porque un niño en aquel mundo, en aquel momento, en aquellas calles sin coches, en aquel pueblo que tenía un tamaño muy adecuado, era un niño feliz.
Mi esposa, la también pintora María Moreno es una persona extraordinaria, muy inteligente, me quiere mucho, yo también a ella, y hemos caminado muy bien juntos. La conocí en la Escuela, como estudiante de Bellas Artes, y durante varios años no hubo relación. Fue sucesivamente compañera de curso, amiga, novia y esposa.
Al principio no la pretendí porque me parecía inalcanzable. Era una chica un poco mayor que yo, muy guapa. No se me pasaba por la cabeza que pudiera tener posibilidades de salir con ella.
Para el matrimonio, fue muy bueno el hecho de que los dos fuéramos pintores. Ella ha comprendido muy bien cosas que a lo mejor otra mujer que no conociera ese tipo de problema le hubiera costado entender. Ha sido una ventaja extraordinaria.
Yo admiro mucho a Mari y se lo digo con mucha frecuencia, incluso todos los días. Considero muy importante la conversación con ella en el momento del desayun
o diario. Es un momento bonito del día y seguramente lo necesitamos. Durante ese momento, que puede durar una hora, aparte de desayunar con tranquilidad, cambiamos impresiones, hablamos de muchas cosas que tienen que ver, sobre todo, con el arte. Sin esa conversación difícilmente podría comenzar bien el día.
Cuando me preguntan sobre cuál es el secreto de llevar fielmente casados 46 años, les digo:
Que ella me ha querido mucho a mí y que yo la he querido mucho a ella. Siempre es el amor; no veo qué otro motivo puede ser. Con el paso de los años, el amor se transforma. Físicamente, como es lógico, ha perdido presencia, pero se ha ahondado en otras cosas.
Con relación a mi nueva etapa de abuelo, tengo que decir, que viví con mucha emoción el nacimiento de mis nietos. Me parece una maravilla tenerlos cerca, aunque a veces te ocupan, te perturban, te complican. Pero la vida es así, la vida te da y te quita.