sábado, 2 de febrero de 2013
viernes, 1 de julio de 2011
La postal más bella
Pensamientos de Sibyla a las 6:30:00 21 pensamientos de visitantes
Etiquetas: Maravilloso fresco (siglo xv)
jueves, 19 de agosto de 2010
Le gustaban pocas cosas
Le gustaban pocas cosas,
el alcohol y las ventanas,
el mar desde una colina,
el mar dentro de la playa.
El olor de los jazmines,
los libros de madrugada,
el sol, el pan de los pueblos,
Quevedo,
recordar África,
la noche y los amigos,
el verano,
y tus pestañas.
(Manuel Alcántara.)
A Victor: Dicen que el amor no existe, pero yo te amo.
Para disfrutar mejor de este poema, pinchar, por favor, en la música.
Pensamientos de Sibyla a las 11:27:00 40 pensamientos de visitantes
sábado, 1 de mayo de 2010
Los sueños son como mariposas azules
Pensamientos de Sibyla a las 6:46:00 42 pensamientos de visitantes
lunes, 19 de abril de 2010
Soledad Puértolas, una mujer poliédrica
"A veces pones la mirada en algo y descubres que lo interesante no estaba allí, sino al lado. Y quieres ir al sitio interesante. O al personaje interesante. Los escritores de cuentos son, en el fondo, escritores de secundarios, porque todo personaje de cuento está sin desarrollar, es un secundario. El principal es el de la novela, aunque alguien como Madame Bovary empieza también siendo secundario. La verdad es que se podría hacer una historia de la literatura a partir de ellos. Son siempre los personajes más ligados a la vida los que dan realidad al protagonista. Son una tentación..."
Pensamientos de Sibyla a las 13:53:00 14 pensamientos de visitantes
sábado, 13 de marzo de 2010
Miguel Delibes: Un escritor enamorado
Ángeles, su esposa, fallecida cuando era aún joven, en 1974. La mujer de su vida. Después de la muerte de Ángeles, Delibes, que ya era un clásico vivo de la literatura española, sufrió un bache emocional. Recuerda el escritor :"Ella, con su sola presencia, aligeraba la pesadumbre del vivir. Siempre fue bella, pero, cuando la conocí, era tan bonita, inteligente y atractiva que tenía alrededor un centenar de moscones. Yo tenía un par de años más que ella, pero nos enamoramos, en el 46 nos casamos y en el 73 la perdí. Eso duró mi historia sentimental.
Ella era incapaz de rencores, hacía un gesto: se colocaba un hilo blanco en el dedo meñique para marcar sus enfados. Si el hilo se caía, olvidaba sus motivos de enojo. Me absolvía. Era todo cariño, tan lejos del rencor, que a veces no recordaba por qué se había atado el hilo en el dedo. Su encanto, su entrega, su disponibilidad; cuando una persona entra en uno, se hace indispensable y no es fácil olvidarla. El amor llega a ser una costumbre y no reparamos en sus efectos. Por eso yo lamento no haberle dicho a tiempo cuánto le amaba y cuánto la necesitaba. Era un sentimiento de pérdida tan hondo que no me consolaba de haberlo silenciado. Antes de morir ella dijo: En el peor de los casos, yo he sido feliz 48 años; hay quien no logra serlo 48 horas en toda una vida. De la foto de Ángeles quinceañera que abre mis obras completas volví a enamorarme cada vez que la veía. Así pasó este último año, esperando que amaneciera para mirar su fotografía.
El estado de felicidad no existe en el hombre. Existen atisbos, instantes, aproximaciones, pero la felicidad termina en el momento que empieza a manifestarse.
Nunca llega a ser una situación continuada. Cuando no tienes nada, necesitas; cuando tienes algo, temes..."
Durante años, esa ausencia era una presencia íntima y dolorosa, una herida de la que acaso le ayudó a salir un libro memorable, íntimo, casi secreto: "Señora de rojo sobre fondo gris"
Un pintor cuenta a su hija la relación que tuvo con su mujer, recién muerta tras una operación. Este es el planteamiento de este volumen de Miguel Delibes. El pintor ha perdido la inspiración: a lo largo de la obra se descubre cómo es la enfermedad de Ana, su mujer y su musa, la que le ha ido privando de ésta, ya que desde que comenzó su padecimiento no consigue volver a pintar nada nuevo.
El nombre del libro viene del nombre de un cuadro. Ana tenía simpatía por un viejo pintor, García Elvira, al que atendía tras haberse quedado viudo. García Elvira es el que la retrata: "fue en esa etapa cuando le pintó el famoso retrato con el vestido rojo. [...] eludió el fondo; únicamente una mancha gris azulada, muy oscura, en contraste con el rojo del vestido". Entonces es el narrador el que hace ver sus celos por el pintor, que intenta seducir a su mujer, y por su obra, pues no podía soportar que hubiese sido otro el que la captó en todo su esplendor.
El tumor cerebral que acabará matando a Ana va apareciendo poco a poco, y en cada capítulo se van apreciando los cambios que presenta. Narra cómo la actividad frenética de su mujer va disminuyendo a la vez que su capacidad creativa. Ella lo intuía, pero no pensaba que su carencia de creatividad fuera eterna ni que se debiese a ella. Hasta que un día, por fin se atreve a confesarle la razón: "Desde que enfermaste". Pero pese a la enfermedad, su falta de ánimo, y pese a la pobreza creativa de su marido, Ana seguía fiel a la belleza. Narrado desde la primera persona de su marido pintor, Delibes cuanta la historia de una vida dedicada al arte y a la estética, a la suya y a la de su familia, a la protección de su marido y de su obra.
Miguel Delibes
Pensamientos de Sibyla a las 0:46:00 26 pensamientos de visitantes
sábado, 13 de febrero de 2010
Leonard Cohen y su opinión sobre "el amor"
" Es la actividad más difícil con la que los seres humanos entran en contacto, el amor. Tenemos la sensación de que no podemos vivir sin amor, que la vida tiene muy poco sentido sin amor, entonces...somos invitados a ese campo, que es un escenario muy peligroso, donde las posibilidades de humillación y fracaso son grandes, no hay una lección fija que podamos aprender acerca de ello, porque el corazón está todo el tiempo abriéndose y cerrándose, ablandándose y endureciéndose.
Pensamientos de Sibyla a las 6:08:00 32 pensamientos de visitantes
Etiquetas: en paz con su corazón y con el mundo, Leonard Cohen exquisito y respetuoso